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Deidades en los Manuscritos Maya
El Material de los manuscritos I. Representaciones de dioses. Dios B. Dios de la nariz larga y la lengua afuera. Dios C. Dios con la cara adornada. Dios D. Dios de la Luna y de la Noche. Dios F. Dios de la Guerra y de los sacrificios humanos. Dios K. El Dios con la nariz adornada. Dios M. El dios negro con los labios color café rojizo. Dios N. El dios de fin de año. Dios O. Una Diosa con las características de una anciana. II. Animales Mitológicos
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Dios B. Dios de la nariz larga y la lengua afuera |
Es la deidad representada con mayor frecuencia en todos los manuscritos, tiene una trompa larga con una gran nariz y la lengua (o dientes, colmillos) que sobresalen de la boca, al frente y a los lados; también es característico el ornamento sobre la cabeza que se asemeja a un arco anudado con un borde particular. La figura 7 es el jeroglífico de esta deidad. En el Códice Tro-Cortesiano (Madrid) por lo general tiene la forma de la figura 8.
El Dios B es, evidentemente, uno de los más importantes del panteón maya. Tiene que ser una deidad universal, a quien los más variados elementos, los fenómenos naturales y las actividades están sujetas. Se le representa con diferentes atributos y símbolos de poder, con antorchas en sus manos como símbolo de fuego, sentado en el agua y sobre el agua, de pie bajo la lluvia, navegando en una canoa, entronizado sobre las nubes del cielo y en la cruz en forma de árbol de los cuatro puntos cardinales, lo que, a causa de su semejanza con el emblema cristiano, muchas veces ha sido objeto de hipótesis fantásticas.
En Cab, el símbolo de la tierra, aparece el Dios B, con armas, hachas y lanzas, sembrando granos de maíz, y en un viaje (Códice Dresde, folio 65). En el folio 37 del mismo Códice se lo registra con un paquete y un escudo atado a la espalda. Toda su mitología parece estar registrado en los manuscritos. La gran abundancia de simbolismo dificulta la caracterización de la deidad, y es casi imposible descubrir una sola idea mitológica que subyace en el conjunto.
El Dios B, a menudo es relacionado con la serpiente, sin exhibir afinidad con el Dios H (Chicchán). En los folios 33, 34 y 35 del Dresde, la representación sugiere que la serpiente está devorándolo, o bien que surge de las mandíbulas de la serpiente, como también se indica con los jeroglíficos que contienen el grupo dado en la figura 10, compuesto por el cascabel de la serpiente y la mano abierta como símbolo de incautación y absorción. El Dios B se representa con el cuerpo de serpiente en los folios 35 y 36 del Dresde (Comparar con la Serpiente, animal mitológico N° 2). También aparece sentado sobre la serpiente y en el folio 66 (1ra. y 3ra. imagen) aparece con una serpiente en la mano.
El Dios B aparece sentado sobre la cabeza del pájaro moan (Dresde, folio 38), del signo Cauac (Dresde, folio 66) y sobre el perro (Dresde, folio 29). Estas imágenes tienen el propósito de tipificar su morada en el aire, por encima de la lluvia, las tormentas y las nubes que traen la muerte que caen con el rayo. El objeto con el cruce de huesos del Dios de la Muerte sobre el que aparece sentado en el folio 66 del Dresde, tal vez se pueda explicar de la misma manera. El pez pertenece al Dios B en un sentido simbólico, por lo que el Dios está representado en la pesca (Dresde, folio 44), en el mismo folio, la cara con la nariz grande y la lengua (o colmillos) que cuelgan hacia fuera en el lado pareciera una máscara de un sacerdote que representa al dios durante la ceremonia religiosa.
Hay cuatro símbolos conocidos en las ofrendas de sacrificio que tienen conexión con el Dios B en el Códice Dresde: un núcleo donde brota maíz, un pez, un lagarto, y una cabeza de buitre representando los cuatro elementos. Puede ocurrir, sin embargo, que estos sean símbolos generales en las ofrendas de sacrificio y estén relacionados con otras deidades. Así aparecen en el Códice Madrid. en la que aparecen acompañando a los Dioses C y K (Troano, 36; Cortesiano 22). Ver Förstemann, Kommentar zur Madrider Handschrift, pp. 102 , 103.
Dios B está conectado con los cuatro colores que según la concepción de los mayas, se corresponden con los puntos cardinales (amarillo, aire - rojo, fuego - blanco, agua - negro, tierra), a veces es representado con su cuerpo negro (Dresde, 29, 31 y 69). Los jeroglíficos con la figura 9 significan negro y es uno de los cuatro colores que representan los puntos cardinales.
El Dios B está representado en los cuatro puntos cardinales, una característica que comparte solamente con los Dioses C, K y F (Ver Troano 29). apareciendo como gobernante de todos los puntos de la brújula: norte, sur, este y oeste, además el aire, el fuego, el agua y la tierra están sujetos a él.
Las opiniones sobre el significado de esta deidad son diversas. Lo más probables es que sea Kukulcán, una figura que aparece repetidamente en la mitología de América Central, conocido como Quetzalcóatl entre los aztecas y Gucumatz entre los quiché y significa "serpiente emplumada" o "serpiente de aves". Estas figuras tuvieron un papel relevante en las leyendas de la creación del mundo y de la humanidad. Kukulcán es considerado como el fundador de la civilización, el constructor de ciudades, un Dios-Héroe y aparece en otra concepción como una deidad de la lluvia y dado que la serpiente tiene una relación mitológica con el agua, como deidad serpiente. J. Walter Fewkes, que ha realizado una monografía sobre esta deidad (Un estudio de ciertas figuras en los códices mayas, en el Antropólogo Americano, Vol. VII, No. 3, Washington, 1894) también tiene la creencia que el Dios B es Kukulcán, al que concibe como una serpiente, una deidad de la lluvia. Este punto de vista también ha sido aceptado por Förstemann (Die Tagegötter der mayas, Globus, Vol. 73, N ° 10) y también por Cyrus Thomas (Ayudas al Estudio de los Códices Mayas, Washington, 1888). La misma opinión la expone E. P. Dieseldorff, quien residente en Guatemala ha realizado excavaciones y obtenido materiales que ayudaron a las investigaciones (ver Dieseldorff: Kukulcán, Zeitschrift für Ethnologie, 1895, p. 780).
Otros han considerado al Dios B como Itzamná, el primer padre y señor de los cielos, esta deidad tiene una importancia mitológica análoga a la de Kukulcán. El hecho de haber sido el fundador de la civilización maya, no indicaría ser aliado a Kukulcán.
Brasseur y Seler han interpretado la figura del Dios B, por representar al dios de los cuatro puntos cardinales y ser un dios de la lluvia como Chac, un equivalente a Tláloc, dios azteca de la lluvia. El hecho de que la figura de este dios figura conectada con frecuencia con la serpiente y el ave suponen que hay que ver al Dios B como portador de la tradición de Kukulcán. Así vemos al dios representado una vez con el cuerpo de una serpiente y con un pájaro cerca (Cortesiano, folio 10), mientras que el jeroglífico del Dios B aparece dos veces en el texto. El Dios B también es descrito en barias ocasiones con un cuerpo de serpiente (Dresde, 35 y 36). En las páginas 4 a 6 del Cortesiano se representa seis veces siempre relacionado con una serpiente.
Los relatos que hemos recibido en relación con la mitología de los pueblos mayas son escasos y debido a la incertidumbre respecto a la procedencia de los manuscritos mayas, que ni siquiera se puede determinar cuales de estos relatos son aplicables a los manuscritos mayas, o son aplicables a todos. Porque en modo alguno se ha demostrado positivamente que estos manuscritos no se originaron en las regiones de la cultura Maya, en cuanto a que no hemos recibido ningún relato al respecto. A medida que nuestro propósito es meramente la de descripción y determinación, sigue siendo poco importante cual de estas deidades debe considerarse como Dios B.
El Dios B está vinculado, pero no de manera indisoluble con el Dios K, una deidad de nariz ornamentada que será tratado más adelante. El Dios K es una deidad independiente designada con un jeroglífico especial, pero como la Deidad C, se encuentra relacionado -de manera desconocida- con el Dios B (para más detalles ver Dios K).
Finalmente se debe mencionar que el Dios B nunca aparece con símbolos de la muerte. Él es claramente una deidad de la vida y la creación, en contraste con los poderes de la muerte y la descripción.
Su día parece ser Ik (respiración, vida). Ver Förstemann, Die Tagegötter der mayas, Globus, Vol. 73, No. 10.
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