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Historia de los Chiriguanos I
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Los quechuas llamaban "chiriguano" a cualquier tribu bárbara al este de los Andes. Las crónicas españolas usaron el término hasta entrado el siglo XVII como un sinónimo de los de "habla guaraní". A partir del siglo XVIII se utilizó para mencionar a los guaraníes del piedemonte andino sudoriental.
Poblaciones guaraníes procedentes del Paraguay y del litoral atlántico brasilero, migraron hacia los Andes, el punto culminante de su expansión hacia el suroeste, en la búsqueda mesiánica de la "Tierra sin mal".
Mapa publicado por R. Mujia en El Chaco, Monografía histórico-geográfica y los alegatos paraguayos en la cuestión de límites con Bolivia. Sucre-La Paz, 1933.
Hemos destacado las primeras ciudades españolas en la Chiriguanía. ![]() |
Se instalaron en las tierras intermedias a los valles orientales andinos y el Chaco a partir de sucesivas oleadas migratorias, algunas de ellas muy antiguas.
La llegada de los guaraníes se relaciona directamente con el sometimiento de los chanés. Los primeros contingentes no debieron ser importantes, en 1559 cuando llegaron los españoles -expediciones de Andrés Manso y Ñuflo de Chávez- las crónicas indican que el proceso de mestizaje con los naturales y de guaranización lingüística estaba lejos de consumarse; los chané mantenían su autonomía y lengua.
El sometimiento de los chané tendría tres etapas: Una primera, prepotente y sangrienta, durante la que inclusive habría practicado el avá-porú (ritual de antropofagia); otra, seguida de esclavitud aprovechando la mano de obra calificada y uniéndose con sus mujeres, para culminar con una relación de sociedad.
La existencia de los pucarás (fortalezas) Inca sugiere la amenaza que representaban los chiriguanos, especialmente en los últimos años del Imperio.
El Inca Garcilaso en sus Comentarios Reales, escribió: "En la dilatada historia del Continente, el Virrey no era al primero en luchar contra esos indios. Ya antes de la presencia española, Tupac Inca Yupanqui había contemplado la posibilidad de hacer la conquista de la gran provincia chiriguana y, como paso previo, había enviado espías que le informasen sobre ella. Estos observadores regresaron diciendo que la tierra era muy mala, con montañas escarpadas, ciénagas, lagos y pantanos y muy inapta para siembras o cultivos. Además, informaron al Inca que "los naturales eran brutísimos, peores que bestias fieras; que no tenían religión ni adoraban cosa alguna; que vivían sin ley ni buenas costumbres, sino como animales por las montañas, sin pueblos ni casas, y que comían carne humana. Con estos datos, el Inca resolvió atacar a los chiriguanos, para convertirlos a su religión; pero, al cabo de dos años, sus guerreros salieron de la provincia sin haberla conquistado. "Oída su relación, el Inca los mandó descansar para otras jornadas y conquistas que pensaba hacer". Algunos autores sostienen que las expediciones descritas por Garcilaso corresponderían a incursiones hacia la Alta Amazonia o incluso hacia el Alto Paraguay.
Los metales de las minas de Samaipata y Saipurú en Grigotá, resultaron la atracción decisiva para las migraciones guaraníes.
En la relación de 1636 del padre Diego Felipe de Alcaya cuenta que en 1526, unos 5000 chiriguanos se establecieron en la región después de derrotar al rey Guacane, señor de los llanos de Grigotá y a su hermano, Condori que dominaba Saipurú. Los incas enviaron dos expediciones, la primera a cargo de Turumayo fue derrotada, la segunda al mando del sobrino del emperador se vio obligada a retirarse ante las noticias de que el Cuzco había sido dominado por los españoles.
En 1530 unos 2000 aborígenes acompañaron a Alejo García navegante portugués al servicio de la corona española, primer europeo en internarse en el Gran Chaco. Cruzó la región brasilera de Santa Catalina, el Paraguay y el Chaco, arribando hasta las estribaciones de las sierras peruanas.
Aunque no se puede asegurar que los acompañantes de García fueran todos guaraníes, si lo eran los miles de migrantes que acompañaron a Domingo de Irala en 1548, y a Ñuflo de Chávez en 1557 y 1564. Hay hipótesis que sostienen que fueron los que llegaron con Chávez los que comenzaron a someter a los demás pueblos de la región, iniciando la toma de poder chiriguano sobre la Cordillera.
Domingo Martínez de Irala, en busca de la Sierra de la Plata, atravesó el Chaco en varias oportunidades entre 1542 y 1553, fallece en el año 1556 y Ñuflo de Chávez obtiene de las autoridades asunceñas la misión de colonizar esas tierras, fue el primero que llegado a los chiriguanos, tratase con ellos y obtuviese su aquiescencia para establecerse en sus tierras; el 1° de agosto de 1559 a orillas del río Grande (Guapay) fundó Nueva Asunción.
Hurtado de Mendoza y Manrique, "Marqués de Cañete", virrey de Perú, decide hacer una entrada al Chaco al mando de Andrés Manso, para colonizar y poblar la misma zona. Manso poco tiempo después de la fundación de Nueva Asunción, funda del otro lado del río La Barranca. Comienza una confrontación entre los enviados por Asunción y Perú.
Pedro Ramírez de Quiñones, Presidente de la Audiencia de Charcas encabeza una comitiva que apresa a Manso y Chávez, Son llevados a La Plata (Sucre), amonestados, notificados y amenazados, le dieron a Manso 1500 pesos y 1000 a Chávez, y establecieron jurisdicciones para cada uno, divididas por la línea del recodo meridional del río Condorillo, aproximadamente en el paralelo 20°, lo del norte con Mojos inclusive para Chávez y lo del sur hasta el río Bermejo para Manso.
Ñuflo de Chávez, fusiona La Barranca con Nueva Asunción y el 26 de febrero de 1561 fundó Santa Cruz de la Sierra, nombre que se debió al pueblo donde se había criado, cerca de Trujillo en Extremadura; aunque fue trasladada cuatro veces, mantuvo su nombre y pervive hoy en el Chaco Boliviano.
En 1561 -no se conoce el día- Andrés Manso con unos veinte compañeros fundó a la orilla de del río Parapití -Condorillo- la población de Santo Domingo de la Nueva Rioja. Los nativos que habían colaborado con Ñuflo, estaban disconformes con el nuevo poblado debido a los rigores y destemplanzas de Manso, que con el paso del tiempo se incrementaban. Una comisión de los maltratados fue con la queja a Santa Cruz de la Sierra, donde Ñuflo promovía su obra colonizadora, no lo encontraron y en su ausencia decidieron tomar la iniciativa.
En 1564, los chiriguanos asaltan la Nueva Rioja, queman el poblado y dan muerte a todos los pobladores, incluido el desmedido Manso. Despertada la belicosidad y furia, a los pocos días en La Barranca se repite el ataque y las consecuencias.
La Chiriguanía entera quedaría alzada y en disposiciones hostiles contra quienquiera que no fuera de su estirpe. El territorio comprendido entre Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y el norte salteño (Argentina) se convierte en un bastión de las culturas originarias, inexpugnable para los conquistadores que bajaban desde el Perú hacía el Río de la Plata.
Fuentes:
"Santo Domingo de la Nueva Rioja" (1561-1564). Una efímera, pero memorable población fundada en el Chaco Sudamericano. Carmen Martínez Martín.
Grigotá y Vitupue. En los albores de la historia chiriguana. (1559-1564). Isabelle Combès