Guarocuya (Enriquillo)

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Taino

1497 ~ 1535

Florentino Ameghino

Estatua en Santo Domingo. La placa dice: "Desde las entrañas de la Sierra del Bahoruco dio el primer grito de libertad de todo el continente".

En Jaraguá (1503), Quisqueya ("La Española"), Anacaona esparaba a los españoles con una gran fiesta, en la que reunía varios caciques para su agasajo, Nicolás de Ovando los masacró. En ese genocidio, también fue víctima Maniocatex, hermano de Caonabó, señor de Bahoruco, padre de Guarocuya, en ese momento un niño de alrededor de 6 años.

Cuando los autores de la matanza de Jaraguá se reparten el botín, Guarocuya queda en calidad de protegido de Diego Velázquez de Cuellar y más adelante pasa a ser propiedad, en calidad de encomendado, de Francisco de Valenzuela. Lo bautizan como Enriquillo.

La tutela de Francisco de Valenzuela, garantiza al joven cacique una existencia holgada y apacible. Disfruta de buen trato y estimación por parte de sus superiores, así como de abundante tiempo libre para cultivar el espíritu. Su vida transcurre, sin grandes sobresaltos.

Los protectores de le han asignado por esposa a su prima Mencia, una hermosa mestiza, nieta de Anacaona y heredera de cuantiosos bienes.

Muerto su tutor, le había dejado su hacienda como testamento, Enriquillo junto a Mencia forman una especie de población o caserío aislado, en una llanura, llamada La Higuera, detrás de espeso bosque, y a orillas de un arroyo. No había malos tratos en un gran campo de labor, trabajaban en común durante algunas horas del día, en provecho del amo y del cacique; y cada padre de familia, reputándose como tal el adulto que era solo o no dependía de otro, tenía su área de terreno que cultivaba para su exclusivo y particular provecho.

Al poco tiempo mediante subterfugios legales, fogoneados por el hijo de Valenzuela, las disposiciones testamentarias de su padre en favor de sus indios, son revocadas. Los nativos son reducidos nuevamente a la servidumbre. A Enriquillo lo despojan de la administración de los bienes de Mencia y reducen su grado de cacique al de un simple mayoral, entre cuyas funciones se cuenta la de perseguir, capturar y entregar a los indios fugitivos o alzados. En varias ocasiones es apresado por supuestas fallas e incumplimiento de sus funciones de supervisor. Estos hechos agotaron su paciencia.

Según cuenta la leyenda Enriquillo se quito la camisa que representaba su vida en el mundo de los españoles y llevandose a su esposa huyó a las sierras. Comenzó su alzamiento con un gran grupo de Taino en la Sierra de Bahoruco.

Ahora no había temor a lo desconocido y a las armas europeas, habían convivido con ellos, los conocían. Atacaban en forma de guerrillas, muchos tainos y esclavos africanos, buscaron la libertad en las Sierras de Bahoruco.

Los españoles no podían controlar la rebelión, y la colonia ya era presa del pánico, catorce años trasladándose de un lado a otro de la cordillera. Atacando pueblos a ambos lados de esta. Convirtiéndose junto a Tamayo y Ciguayo en el terror de los españoles. Tamayo y Ciguayo eran radicales, español que cayera en sus manos, español que era sacrificado en venganza por los crímenes cometido contra los de su raza. Guarocuya por su parte al que atrapaba vivo lo devolvía sano y salvo, su idea era una guerra moral a la que pudiese llegarse a una paz sin odios. Pero su sentido del honor no era el de los invasores.

En 1533 llega a la isla el Capitán General Francisco de Barrionuevo enviado del monarca español, con un documento donde le proponía la paz. Enriquillo decide reunirse con el cerca del lago que desde entonces lleva su nombre. El acuerdo fue sencillo, a cambio de terminar la guerra, el cacique exigió la libertad para los de su raza, oprimido bajo el régimen de la encomiendas, un territorio libre con su propio poder político, sin pago de tributo a la corona española.

Tamayo y Ciguayo desconfiado de los españoles, emigraron al oeste de la isla desde cuyo reducto habían estado peleando en los últimos tiempos, muchos de los que seguían a Enriquillo les siguieron.

La población pura Taina había declinado rápidamente a causa de enfermedades europeas. El propio Enriquillo sucumbió trágicamente a la tuberculosis pocos años más tarde (1535), su esposa Mencía continuó la lucha. La libertad había sido lograda por una pequeña tribu indígena.


Fuentes:

http://www.literatura.us