![]() |
|
ZRÕARÃ NÊBURÃ. Literatura Oral Emberá
Floresmiro Dogiramá. I. HISTORIAS DEL PRINCIPIO
II. HISTORIAS DE TRUENO III. HISTORIAS DE CUÑADOS
IV. HISTORIAS DE JAIBANAS
V. HISTORIAS DE GUERRA
VI. HISTORIAS DE CIMARRONES
VII. HISTORIAS DE ANIMALES
|
24. La Sierpe (Contaba José María Chanapícama)
![]() |
Habían unos cholos en un río. En ese río dizque quedó escaseando la comida como peces, de todo animales de los que uno come. Entonces estaba ya arruinado de todo animal.
Entonces fueron a buscar otro río en donde hubiera comida.
Entonces dijo el viejo:
- Bueno mis hijos, vamos nosotros a buscar otra tierra, porque aquí estamos mal. Aquí no hay que comer. Vamos por ahí buscando por el monte, a ver si por esa montaña no saldremos por ahí a algún río donde haya comida.
- Bueno papá, vámonos pues.
Dijeron los hijos, contestaron. Y las mujeres y todas las nueras, todos.
Bueno, se fueron ahora sí. Se fueron yendo, se fueron yendo, caminaban, dormían por ahí en el monte y al otro día seguían caminando. Bueno ahí en eso llegaron a un punto en que estaba el monte limpio, como barrido, como si viviera animal. Y ahí dizque se quedaron a dormir.
Entonces preguntó alguien como una persona, que porqué venían a dormir ahí en su casa, que él ahí no quería ninguna clase de gente, que él vivía era solo ahí. Y ahí mismo pelearon con el jaibaná, el papá,el viejo era jaibaná. Estuvieron peleando ahí entonces el jaibaná lo echó. Bueno, durmieron amanecieron ahí.
Al otro día se fueron. Ese día dizque dijo el viejo:
- Hoy vamos a llegar adonde está otra fiera.
Ahí dizque llegó la gente también. Y ahí también cuando se iban a dormir llegó también otro animal. Se posesionaron ahí, también pelearon con el jaibaná y el jaibaná lo echó y ahí amanecieron. Bueno, de ahí salieron a un río, a un río playado, bonito. Entonces dijo el viejo:
- Hombre aquí si vamos a establecer nosotros, este río sí está bonito donde vivir.
Entonces dijeron los hijos:
- Muy bien papá, aquí vamos a establecernos.
Yá hicieron el campamento. Mientras que estaban soplando la candela, se fué una parte con las mujeres quebrada arriba. Y por allá arriba anduvieron buscando pescado; mataron pescado. Ahí dizque encontraron unos huevos. Unos huevos de distintos colores. Pintaditos, rojo, pintado rojo, amarillo, azul, de todos colores tenían esos huevos, todos los huevos. Los recogieron por cantidad, estaban amontonados ahí, los trajeron.
- Bueno, estos huevos de qué serán papá?
- Hombre, yo no sé. No sé de qué. Yo nunca he visto así. Pero es huevo.
- Bueno, huevo es.
Bueno, después de que qomieron. Entonces pusieron a cocinar. Entonces dijo:
- Hombre, este huevo no será de comer? Si es huevo comamos.
Cuando cocinaron comieron y cuando probaron, ayy!, huevo estaba sabroso como huevo de gallina. Bueno, comieron; está bueno este huevo, está sabroso, entonces decían:
- Sabroso, ahhh! Sabroso ese huevo, sabroso.
Y el otro también decía:
- Sabroso, ahhh! Sabroso ese huevo, sabroso !
Comieron y ya por la noche se acostaron a dormir. Pero uno, un yerno no comió y a la mujer tampoco dejó comer. Esos estaban recién juntados.
Bueno, cuando ya por la noche anocheció, cuando al rato, ohhhhh, venía sonando para arriba como un trueno.
- Hey, qué será hombre?
Entonces decían:
- Hombre dizque viene sonando arriba. Hombre!! Levántese mi gente!
Levantar adonde. Tranquilos ahí dormidos.
Entonces al poquito, ahí venía subiendo el agua para encima. Y el yerno ese decía:
- Ahí viene el agua, aquí hombre! Levántense ! .
Y dizque jalaba el yerno, para encima, al seco. Para dónde van a sentir, bien dormidos, de muerte, ya muerte.
Ahí que oyeron un ruido de arriba. Venía subiendo como gente ya brava.
- Veeee, mi hijo, hijo, hijo, hijo...
Cuando al poquito decía otro:
- Veeee, mi hijo, hijo, hijo, hijo, hijo...
Le decían mi hijo, es que era huevo de sierpe, huevo de sierpe era, estaba bravo porque comieron su huevo.
Bueno, ya venía el agua, a la mujer llevó para encima, con los demás se cansó y ya los dejó. Y eso a toditicos ahí mismo llegó y los tragó a todos, a la gente.
Apenas se salvaron el yerno y la hija. Al otro día amanecieron apenas los dositos, el hombre no se durmió; la mujer como tuvo en la mano para comer, por eso nomás era el sueño.. Los demás como comieron, esos se quedaron dormidos y se murieron, se los tragó a todos, bueno, de ahí se tuvo que regresar. Qué hacía solo allá? Bueno, se regresaron solos. Ese era sierpe.
Entonces vinieron para su casa, volvieron para su casa otra vez.
![]() |
![]() |