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Cosmología Nivaclé (Chulupí)
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Creen en la metempsicosis: las almas se convierten sucesivamente en fantasmas, pájaros, arañas y murciélagos, antes de desvanecerse para siempre.
Sangre para los Nivaclé
Mediante la sangre, la mujer da vida y el hombre muerte y alimento. Verena de Regehr, antropóloga suiza que convivió durante 20 años con ellos, explica: “La esfera del hombre y la esfera de la mujer, son complementarias y se relacionan mediante numerosos tabúes que rigen la vida tradicional y, desde luego, la educación de los niños. Esta relación entre las dos esferas se complementa mediante el símbolo de la sangre. En el lado del hombre, objetos filosos que hacen sangrar: la sangre que hace desaparecer la vida en la cacería y en la guerra. En el lado de la mujer, la menstruación y el parto: la sangre que da la vida”.
Mujeres Estrellas
Entre las culturas chaqueñas es popular la historia del joven que se enamoró de unas estrella y luego de subir al cielo fallece. Chase Sardi 1 recogió una versión Nivaclé:
El joven enamorado de dos estrellitas compite con sus amigos en una carrera y estaba a punto de ganar. “Era veloz, porque todavía no tenía mujeres. Por eso no le dolía el cuerpo. Era muy ágil. Tenía mucha fuerza”. Antes de llegar a la meta se clava una espina en un pié y dos mujeres – estrellas - hermanas, lo ayudan y él rápidamente embaraza a la primera y enseguida a la otra, se casa con ambas y éstas lo llevan al Paraíso, la aldea de los Hombres – pájaro. Como las había embarazado casi al mismo tiempo y no podía tener relaciones con ninguna, se aburría y salía de la choza, donde su imprudencia lo llevó a intentar volver a la tierra a lomos de un pájaro quien lo arrojó al agua y se transformó en anguila”.
Otro relato: La estrella mischa’achei se enamora un nivaclé tímido. Viene a buscarlo, lo lleva al cielo, tienen hijos y él vuelve a la tierra a consolar a su madre que lo extraña, montado sobre un carancho hombre-pájaro, quien lo arroja a una laguna y se ahoga.
Danza
Cuando una joven adquiere la mayoría de edad, las jóvenes y los muchachos ejecutan una danza ritual para dramatizar los ataques de los espíritus y su derrota final. Siempre que los nivaclé danzan, también cantan. El canto es una forma de oración, de pedir a la divinidad, de agradecer, de bendecir los cultivos y de bendecir la alegría.
Los bailarines forman un semicírculo, cuando se mueven hacia adelante, súbitamente se separan en varios grupos. Primero golpean con el pie sin moverse de su sitio, pero luego comienzan a correr y a formar una espiral que se hace más y más estrecha. Cuando todo movimiento, excepto el golpeteo de pies, se hace imposible, la espiral comenzará a desenrollarse, al comienzo muy lentamente y luego con mayor velocidad.
Los jóvenes danzan cuando buscan ganarse los favores de una muchacha.
El tambor lo baten para acelerar la madurez de las vainas de algarrobo y para ayudar a las jóvenes en el periodo crítico de su primera menstruación
1Miguel Chase Sardi.
Antropólogo paraguayo (1924-2001)
Conocido como “Gato”, pasó gran parte de su vida estudiando las parcialidades indígenas del Chaco. Comprometido en la defensa de los pueblos indígenas.
Fuentes:
La sexualidad de los indígenas en Paraguay. El caso Nivaclé.