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Chairama (Pueblito)
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El arqueólogo Gerardo Reichel Dolmatoff, le calculó una extensión de cuatro kilómetros cuadrados. En la parte central hay unas 400 viviendas, calculándose para todo el complejo más de mil, que pudieron albergar a unos 4.000 habitantes.
La trama urbana se desarrolla a lo largo de un eje principal, la quebrada la Boquita, cuyo curso es sinuoso y corre por un pequeño valle en el cual sobresalen algunas elevaciones. A lo largo de este eje se aprecian terrazas con muros de contención que pueden oscilar entre los 0,40 y 2,00 m de altura, y sobre cada una de ellas hay uno o varias plataformas para viviendas.
Las terrazas están comunicadas entre sí por caminos y escaleras secundarias que generalmente se desprenden de una vía principal, que constituye a su vez un eje paralelo a las quebradas. Entre los caminos importantes se destaca el que conecta a Pueblito con el Cabo de San Juan de Guía cruzando el asentamiento de oriente a occidente. El tramo del camino que atraviesa el pueblo tiene un ancho promedio de 3,50 m. Para conservar la regularidad de los cursos de las quebradas y prevenir la erosión en sus orillas fueron construidos muros de contención.
Se observan diferentes tipos de construcciones que pueden señalar diferencias en cuanto a uso y función:
En la parte más alta se distingue la piedra de los sacrificios.
La economía de los habitantes de Pueblito se basaba en la agricultura, practicada en las estribaciones del cerro de Santa Rosa, donde tenían árboles frutales, sembrados de maíz, y otras plantas. La dieta se complementaba con productos obtenidos del mar. El complejo sistema de caminos empedrados comunicaban los asentamientos entre la costa y a Sierra, permitía el comercio y la peregrinación a los sitios sagrados.
A las ordenadas plazas de Chairama debieron acudir artesanos, pescadores y agricultores con el ánimo de intercambiar sus productos por servicios públicos, cívicos y ceremoniales.