Ruinas de los Quilmes

Sitios Arqueológicos y Arqueoastronómicos. Pueblos Originarios de América
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plusLos Quilmes ("Kilme")

plusArqueología Indígena en Noroeste Argentino

A 1978 m.s.n.m.. y al pie del cerro Alto del Rey se emplaza la venerable ciudadela de los indios Quilmes, 40 kilómetros al sur de Cafayate (Salta), a 20 kilómetros de Santa María (Catamarca) y a unos 80 kilómetros de Tafí del Valle (Tucumán). Aquí los Quilmes resistieron sucesivas invasiones, primero de los Incas y luego de los españoles; también encierra la historia del destierro del pueblo hacia las orillas del Río de la Plata, unos 1.500 kilómetros al sur.

Las primeras evidencias de poblamiento datan del 800 d. C., a mediados del siglo XVII habría alcanzado una población de más de 3.000 habitantes en su área urbana y más de 10.000 si contamos el área de influencia que controlaba.

Se hicieron importantes estudios trabajos para la recuperación de las ruinas de la Antigua Ciudad de Quilmes, 300 años después de que la tribu fue obligada a dejar el lugar. El yacimiento de Quilmes, tuvo que ser relevado en toda su extensión, para poder seleccionar el sector más representativo para ser restaurado. Finalmente, un sector al pie del cerro Alto del Rey quedó como muestra del tipo de asentamiento indígena, tanto en lo edilicio-arquitectónico como en su estructura urbanista, mostrando la compleja funcionalidad que denuncian los diversos recintos que conforman las viviendas de Quilmes.

El segmento restaurado es una pequeña parte de lo que fue una "gran ciudad" indígena. Basta con internarse un poco en la maleza, para toparse con infinidad de montículos de piedra que alguna vez conformaron las gruesas paredes de las casas indígenas.

Solamente la base de las casas fue reconstruida, utilizando las mismas piedras que yacían amontonadas en el sitio. Vista desde las alturas del cerro, la ciudad se asemeja a un complejo laberinto de cuadrículas de hasta 70 metros de largo, que servían de andenes de cultivo, depósito y corral para las llamas. Hay también numerosas casas de estructura circular que originalmente estaban techadas con paja.

La ciudad era una verdadera fortaleza. Aún quedan los restos de piedra laja clavados en la tierra, formando parapetos ubicados a 120 metros de altura, que ofrecían una protección infranqueable. Los Quilmes, entrenados en el arte de la guerra debido a los conflictos con las tribus vecinas, fueron el hueso más duro de roer para los españoles en el norte argentino.

Hay un pequeño museo arqueológico aunque el sitio en sí mismo es un museo, donde se exhibe material obtenido de las excavaciones, básicamente de la cultura Santa María.