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Basilisco
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La leyenda tiene todavía gran vigencia en el Noroeste Argentino. Es un animal muy extraño, semejante a un reptil con un solo ojo en la frente redondo y sin párpados.
![]() Baibrama. Ilustración de Gabriela Varela |
Se dice que nace de un huevo diminuto y estéril (sin yema), que de vez en cuando ponen las gallinas, sobre todo las viejas y con espolones. Cuando en su nido se encuentra un huevo vacío, nace la sospecha de que ha nacido de él este maligno animal. Se dice también que nace de un huevo que pone el gallo cuando está muy viejo o ha cumplido siete años.
Algunos lo describen como un escuerzo con patas muy cortas y color pardo, de gran cabeza y ojos también grandes y luminosos. En Santiago del Estero se lo representa con la forma de un lagarto negro, o de un enorme gusano con un solo ojo.
Huye de la luz del día, guareciéndose en los techos de las casas o en las sombrías ranuras de las paredes, para fulminar desde allí con su diabólica mirada a los desdichados que se dejan sorprender. Pero si se logra verlo antes, es posible matarlo.
Es tan horrible que ni él mismo puede aguantar su propia imagen reflejada en el espejo. De ahí que la mejor manera de protegerse sea cubrirse la cara con uno de estos objetos, o colocarlos frente a la puerta o ventana por la que se supone que ha de entrar.
Se le atribuyen las muertes súbitas, provocadas por causas desconocidas.
Fuentes: