![]() |
|
Tequesta
Tequesta, Tekesta, Tegesta, Chequesta o Vizcaynos. Lengua: Probablemente un dialecto Muskogeano, relacionada con los de los Calusas de la costa del sudeste de Florida y los Mayaimis que vivían alrededor del Lago Okeechobee. Sólo un puñado de vocablos ha sido registrado. Hábitat: En la Florida, cerca de la Bahía Vizcaína, también ocuparon los Cayos de la Florida, y es posible que llegara hasta el extremo sur de la península, aunque su cabecera estaba en la desembocadura del río Miami, donde se encuentra el sitio arqueológico del Círculo de Miami. Área Cultural: Bosques Orientales (América del Norte) |
Hernando de Escalante Fontaneda que vivió durante diecisiete años en el siglo XVI, describió que la dieta común estaba compuesta por: "los peces, las tortugas, el atún y la ballena...", el "lobo de mar" (Foca monje del Caribe) estaba reservado a las clases altas.
La pesca incluía manatí, tiburón, pez vela, delfín y raya. Las tortugas marinas y sus huevos los conseguían en la temporada de anidación.
Una parte menor de la dieta consistía en la langosta y el pez tronco, al igual que las almejas y ostras a pesar de disponerlas en abundancia.
En la caza, el venado era la pieza más popular.
Utilizaron muchos alimentos vegetales, en el caso de la coontie (Zamia integrifolia) procesaban sus frutos para eliminarles las toxinas, y luego fabricaban una especie de pan.
Su vestimenta era mínima, los hombres llevaban una especie de taparrabos hechos de hojas de palmera tejida, las mujeres usaban faldas que sujetaban con un cinturón.
![]() Arriba izquierda: Foca monje del Caribe, hoy extinta, manjar reservado para las clases altas. |
Su cerámica no era muy elaborada. Utilizaban las conchas de mar para construir una variedad de herramientas: martillos, cinceles, anzuelos, vasos y lanzas. Con los dientes de tiburón tallaban los troncos para fabricar canoas.
Cuando fallecía un jefe sus grandes huesos eran quitados del cuerpo y colocados para que el pueblo los adorase. Otras versiones cuentan que despojaban y quemaban la carne del cuerpo, y repartían los huesos entre los familiares del jefe muerto, los más grandes para los más cercanos.
Asando las hojas y tallos de la Yaupon Holly (Ilex vomitoria), producían la cassina (bebida negra) que los hombres consumían en las ceremonias.
Los misioneros españoles informaron que veneraban una forma rellena y cubierta de piel de venado que representaba al Sol.
Aparentemente practicaron sacrificios humanos; en una oportunidad los misioneros escucharon se iba a sacrificar una niña como parte de la celebración de un tratado de paz, pudiendo presionar al jefe a ceder en el intento.
El primer contacto europeo fue en 1513, cuando Juan Ponce de León ubicó el lugar navegando por la Bahía Vizcaína, y lo llamó Chequescha.
En 1565 uno de los buques de Pedro Menéndez de Avilés se refugió de una tormenta en la misma bahía siendo bien recibido por el jefe Tequesta.
En marzo de 1567 Menéndez regresó y estableció una misión dentro de una empalizada situada en la orilla sur de río Miami. Dejó un contingente de treinta soldados y al hermano jesuita Francisco Villareal para convertilos al cristianismo.
En 1570 abandonaron la misión, pero les habían dejado las enfermedades europeas, especialmente la viruela que diezmaban su población.
A partir de 1704 la política del gobierno español fue el reasentamiento de los nativos de Florida en Cuba para adoctrinarlos en la fe católica. El primer grupo, incluido el cacique de Cayo Hueso (Key West) llegó ese mismo año, falleciendo la mayoría. Lo mismo ocurriría en 1710 cuando de un contingente de 280 fallecieron doscientos.
En 1716 los sobrevivientes fueron devueltos a sus territorios, algunos de ellos huyeron nuevamente hacia Cuba en 1732.
En 1743 los españoles cambian la estrategia, consideraron más económico misionar en la Florida que adoctrinarlos en Cuba, por lo que enviaron a los padres Alaña y Mónaco con una escolta de soldados. Establecieron una capilla y un fuerte en la desembocadura de un río, probablemente el Little.
Esta vez no fueron bien recibidos, aceptaron los alimentos, el ron y las ropas pero se negaron a trabajar para los españoles. El gobernador de La Habana ordenó abandonar la misión que había durado menos de tres meses.
Cuando España entregó la Florida a Gran Bretaña en 1763, los pocos sobrevivientes fueron evacuados a Cuba, perdiéndose su identidad cultural.
Fuentes:
http://www.mytequesta.com/html