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Estructura del universo
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Cipactli, flota en el vacío. De su cuerpo los dioses han dado forma al universo: trece cielos (nueve en un principio) ocupan la cabeza; la tierra, Tlalticpac se asienta en el centro, y nueve inframundos se ubican en la cola. Todos estos niveles representan la región vertical del universo. Las fuerzas superiores e inferiores convergen en la tierra influenciándola; asimismo, diariamente los cuerpos celestes caen al inframundo y emergen de él.
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Ilustraciones del Códice Ríos.
izquierda: hábitat y simbología de los 13 cielos. arriba: la tierra, de forma cuadrada rodeada por "agua divina". derecha: los nueve inframundos por donde los muertos realizan un viaje póstumo. |
La Tierra: Tlalticpac, la región horizontal del universo.
Tlalticpac es una extensión cuadrada rodeada de Ateotl, "agua divina", que en sus bordes se eleva como una gran pared que la une con los cielos, y definida por los cuatro puntos cardinales o cuatro vientos y las fuerzas que emanan de ellos, y sostenida por un eje al centro donde convergen esas fuerzas.
Este: Dominado por Tlaloc dios de la lluvia, por lo que sus dominios eran fértiles y había abundancia en todas las siembras. Era el lado masculino, su símbolo la caña.
Oeste: Bajo la protección de Quetzalcoatl, donde residía la estrella de la tarde, Venus. Lugar femenino representado por el color blanco y el símbolo casa.
Sur: Correspondía a Huitzilopochtli con el color azul, lugar de la vida y el símbolo conejo.
Norte: Regido por Tezcatlipoca con el color negro, lugar de la muerte y el cuchillo de pedernal como símbolo.
Centro: Dirigido por Huehuetéotl-Xiuhtecuhtli. Era el punto de unión de la tierra y el cielo, de los cuatro rumbos del mundo: mundo superior, inferior, aguas celestes y los vientos. Así, el organismo humano está inserto en el cosmos y forma parte de los cinco elementos junto con el aire, la tierra, el fuego y el agua.
Literalmente Tlalticpac significa "sobre la tierra", y esta es una región donde los dioses la adornan con su "hacer" y su "deshacer". Tierras y aguas, montes y llanuras, árboles y flores, animales y hombres, nacen, cambian y desaparecen. Aquí nada es eterno, todo es frugal. Tlalticpac, en su concepción filosófica es transitorio y deberá terminar.
Los cielos
1 | Ilhuicatl Meztli "Donde se mueve la luna" |
Primer cielo inmediato sobre la tierra. Aquí se trasladan la Luna (Meztli) y las nubes. Esta habitado por: Tlazolteotl, Dios de la inmundicia. Tlaloc, que punza el vientre de la nube. Ehecatl, el que hace caminar a las nubes. |
2 | Cintlalco "Donde se mueven las estrellas" |
Las estrellas corren divididas en dos ejércitos: Centzon Mimixcoa: Las cuatrocientas del Norte. Centzon Huitzinahua: Las cuatrocientas del Sur. También se encuentran: Citlaltonac, la vía láctea. Tezcatlipoca ocelotl, la osa mayor. Citlaxonecuilly, la osa menor. Colotl, la constelación de Escorpio. |
3 | Ilhuicatl Tonatiuh "Donde se mueve el sol" |
Aquí se desplaza Tonatiuh, el Sol, en su camino desde del país de la luz hasta su casa de occidente para sumergirse en el inframundo. |
4 | Ilhuicatl Huitztlan "El cielo de la estrella grande" |
Aquí se mueve Citlapol o Hey Citlallin (Venus), la "Estrella grande, la mayor y la más brillante", también viven: Tlahuilcalpantecuhtli: Dios de la mañana o de la luz, señor del alba, advocación de Quetzalcoatl, asociado con Venus como estrella matutina. Huixtocíhuatl ó Uixtociuatl, diosa de la sal. |
5 | Ilhuicatl Mamoloaco "Cielo que se hunde o taladra" |
Lugar de los cometas, estrellas errantes. Citallin-popoca, "Estrellas que humean" Citlalmina, cuando tienen cola. Xihuitl, cuando tienen cabellera. |
6 | Yayauhco "Espacio verdinegro" |
Donde nace y se extiende la noche. Aquí ejerce sus poderes Tezcatlipoca Yohualli, el enemigo. |
7 | Ilhuicatl Xoxouhqui "Cielo azul" |
El que muestra su rostro en el día. Ámbito de Huitzilipochtli, el colibrí azul a la izquierda. |
8 | Iztlacoliuhqui "Donde crujen los cuchillos de obsidiana" |
Lugar de las tempestades. Aquí aparece Tlaloc pero dominado por la deidad Iztlacoliuhqui, "Cuchillo Torcido", Dios del frío, variante de Tezcatlipoca. |
9 | Iztlan "Región del blanco" |
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10 | Cozauhquitlan "Región del amarillo" |
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11 | Yayauhtlan "Región del rojo" |
Aquí el sol muestra su rostro rojo, a la hora del crepúsculo. |
12 | Teteocan "Donde moran los dioses" |
Espacio eminentemente divino, donde las deidades permanecen y se proyectan para ser en otras partes. Es el lugar donde los dioses toman rostros, se enmascaran para ser otros además de seguir siendo ellos mismos. Aquí nacen y renacen y se alimentan en su calidad de seres eternos y mutantes. |
13 | Omeyocan "Lugar de la Dualidad" |
Residencia de Ometeotl, señor de la Dualidad. Se concibe el principio generador de todo lo existente. El dios principal se engendra a sí mismo. Ometeotl, en su dualidad femenina-masculina, viene a ser la pareja creadora: Ometecuhtli y Omecihuatl, señor y señora de la Dualidad. Esta pareja creadora, origen de toda la generación de dioses y de la creación del universo tiene también los nombres de Tonacatecuhtli y Tonacacihuatl, "señor y señora de nuestra carne". Partiendo de estos nombres, algunas versiones consideran que el Omeyocan es al mismo tiempo el Tamoanchan "lugar de nuestro origen", en el que se encuentra el árbol con senos, nodriza que amamantaba a los seres antes de nacer. Es en Tamoanchan donde se engendraban las almas de los hombres.
Por ser el fuego considerado elemento generador de la vida, algunas tradiciones sitúan en este cielo a Huehuetéotl-Xiuhtecuhtli, dios viejo y del fuego. |
La forma de morir y no las acciones de la vida, determinaban el tipo de existencia póstuma que el individuo habría de tener. Los guerreros, las mujeres muertas en parto, los niños, los ahogados y todos aquellos que morían de alguna manera que los vinculara con lo divino, tenían destinos diferentes de los que concluían su vida de una forma cualquiera.
Mientras que los primeros tenían acceso a los paraísos, los otros, aquellos en la que los dioses intervienen poco o nada para dotar a los muertos de un ulterior desarrollo del alma y de un posterior goce, han de enfrentarse a nuevos y mayores obstáculos que surgen en el más allá y que a la medida de superarlos, logra el proceso de la desintegración de su ser material para entrar a la nada, entendida ésta como zona de descanso, al fondo del inframundo.
Paraísos
Eran tres, los dos primeros eran los países oriental y occidental, orientados hacia el este y el oeste respectivamente. El tercero estaba situado al sur.
1 | Tonatiuhchan. "La casa del Sol" Ubicado hacia el oriente. |
A este lugar llegan los muertos en batalla y todos los inmolados bajo el culto solar.
El paraje está cubierto por flores blancas, amarillas y rojas; en él abundan las aves de plumaje de estos mismos colores. Aquí los hombres-águila y los hombres-tigre realizan simulacros de guerra. Cada cuatro años, bajan a Tlalticpac, la tierra, convertidos en colibríes y otras aves de hermosos plumajes para libar el néctar de las flores, emitir cantos y comunicar con su presencia resplandeciente las glorias solares. Llevaban una existencia privilegiada como miembros escogidos del séquito solar. |
2 | Cincalco "lugar de la casa del maíz" o Cihuatlampa |
Todas aquellas que mueren en su primer alumbramiento dando al mundo un posible guerrero, son deificadas y llamadas Cihuateteo "mujeres divinas".
Su labor de parto es apreciada como si fuera una gesta guerrera, y por dar su vida al nuevo ser, se ennoblecen y son llamadas también Cihuapipiltin "mujeres nobles". Una vez nacido el niño y muerta ella, la partera lava su cuerpo con agua de los manantiales sagrados, la viste con sus mejores atuendos, y cargada por su marido con un cortejo de actores que representan guerreros, con escudos y lanzas, la entierran a la hora del ocaso en un templo destinado al culto solar, los allegados permanecen allí cuatro días seguidos, velando para evitar que hurten el cuerpo. Pasados los cuatro días, el espíritu de la mujer mora ya en el poniente, en Cincalco. Bajarán a la tierra cada 52 años, motivadas por la nostalgia de sus hijos. Como estan descarnadas y tienen garras en lugar de pies y manos, los niños al verlas mueren de impacto o se transforman en ratones. Por eso las madres cubren a sus niños con grandes máscaras de pencas de maguey a fin de no ser reconocidos y ahuyentarlas. No obstante que su presencia en la tierra es nefasta para los niños y jóvenes, se les considera diosas bondadosas cuya labor guerrera al lado del sol es muy estimada por los seres humanos. Además se las relaciona con los alimentos por habitar en Concalco, la Casa del Maíz. |
3 | Tlalocan "Lugar de Tlaloc" Situado al sur. |
El recinto lo preside Tlaloc, Dios de la lluvia y su consorte Chalchihuitlicue, "la que tiene faldas de esmeralda".
Es un lugar de abundancia de profuso verdor, nacimiento de manantiales, ríos y aguas frías o calientes. Son copiosas las frutas, verduras, el maíz, el frijol, y sobre todo de chía (con sus semillas elaboraban varias medicinas, compuestos nutricionales e incluso pinturas). En el follaje revolotea un pletórico mundo de aves de hermosos plumajes, que con su canto sumado al croar de las ranas vitalizaban a Tlaloc para derramar lluvias mesuradas y constantes. A este sitio llegan los muertos ahogados, por rayo o lepra, pues estas enfermedades son causadas por el mismo Tlaloc, al elegir a aquellos que quiere tener en su paraíso. Se dice que los ahogados son víctimas de Ahuitzotl, el monstruo acuático. Cuando se les entierra no hace falta darles comida, ni joyas ni armas, sólo con un bastón, la frente pintada de azul para que lo reconozcan, porque en Tlalocan no les faltará nada ni pasarán penalidades. |
Inframundo
Opuestos a los lugares paradisíacos, existía el inframundo, que podía recibir tres denominaciones diferentes: Mictlan, "Lugar de los muertos"; Ximoayan, "Lugar donde están los descarnados"; y Chicunauhmictla, "Lugar de los nueve vados del inframundo" refiriéndose a la estructura compuesta por nueve estatos verticales y descendentes:
1 | Apanohuaia "Donde se pasa el río" |
Al morir los hombres descienden a un lugar subterráneo a la orilla de un río caudaloso.
Para atravesarlo deben hacerlo a lomo de un perro, razón por la cual para facilitarles el cruzar las aguas caudalosas, muchas veces los enterraban con un perro o con huesos de perro. Este inframundo era llamado también Itzcuintlan o Lugar de Perros. |
2 | Tepectli Monanamictlan "Lugar donde los cerros chocaban entre sí" |
También llamado "Tepeme Monamictia" "Cerros que luchan". Dos grandes montes se atraen y repelen. Los muertos tratan de cruzar oportuna y rápidamente para no quedar aprisionados y ser triturados. |
3 | Iztepetl "Cerro de Navajas" |
Los pedernales cortantes amenazan a los difuntos viajeros. |
4 | Itzeecayan "Lugar donde sopla el viento de navajas o viento helado" |
Desde aquí salen los vientos del norte que arrasan las cosechas y derrumban las casas. A este sitio se le conoce también con el nombre de Cehuecayan porque dividido en dos ambientes, en una de sus partes siempre cae nieve. |
5 | Paniecatlacayan "Lugar donde los cuerpos flotan como banderas" |
El sitio no tiene gravedad y los muertes están a merced de los vientos. Próximos a salir, éstos los regresan o los llevan de un lado a otro, hasta que finalmente salen hacia la siguiente prueba. |
6 | Temiminaloyan "Lugar donde flechan" |
Un dios que domina el error se apropia de las flechas erradas de los guerreros y con ellas acosa a los muertos desangrándolos. |
7 | Teocoyolcualoya "Donde las bestias devoraban los corazones" |
También llamado Teocoylehualoyan "Lugar donde un jaguar se alimenta de corazones". |
8 | Yzmictlan Apochcaloca "Donde se enceguece en el camino de la niebla" |
Algunos dicen que este sitio es el Apanhuiayo "Laguna de aguas negras". Los muertos ya completamente descarnados, vencedores de los anteriores obstáculos, encuentra su tonalli (alma) liberado del cuerpo, de la materia. |
9 | Chicunamictlan "Recinto de la muerte o del descanso eterno" |
Regido por Mictlantecuhtli y a la tenebrosa Mictlancihuatl, "el señor y la señora del lugar de los muertos".
Entrando a su umbral es necesario vencer el último obstáculo, el tramo llamado Chiconauhhapan, extensión de nueve aguas. Una vez traspuestas, el difunto deja de padecer, es el decanso, el alma está liberada. Algunas versiones no sitúan este pasaje como el más bajo de los pisos del inframundo, sino que es colocado al norte. |
El Mundo de los hombres
Todo comenzó como suele comenzar, como todo un sueño utópico, con los dioses creando el tiempo, el espacio y el destino; creando al hombre y dándole la oportunidad de vivir en el paraíso. Nuestros antepasados cuentan que, cuando todo era oscuridad y estática, dos serpientes se preocuparon por darle forma al mundo de los hombres. Como no sabían qué hacer, consultaron a los dioses, los cuales les dijeron: “Deben tomar a Cipactli, monstruo femenino y acuático, y partirlo por la mitad para formar el mundo”. Así lo hicieron las serpientes, tomaron al monstruo y lo partieron en dos mitades. Luego lo llevaron ante los dioses y dijeron: “Dioses, aquí les traemos a Cipactli, monstruo femenino y acuático, partido en dos para crear el mundo”. Los dioses tomaron las dos partes de Cipactli y colocaron una arriba y otra abajo, para formar el cielo y la tierra. Pero las serpientes no estaban contentas, pues los dioses habían formado, solamente, el cielo y la tierra, pero en ese espacio no había lugar para el hombre. Cuando llevaron su queja ante los dioses, éstos se reunieron para tomar acuerdo. Después de mucho discutir, decidieron que tomarían dos grandes árboles para separar las dos mitades de Cipactli, erigiendo así el espacio de los hombres.
Cipactli estaba formado por dieciocho cuerpos, cuando lo partieron a la mitad, los dioses dejaron nueve arriba, “los nueve que están sobre nosotros” (chicnauhtopa) y nueve abajo, “los nueve mundos de los muertos” (chicnauhmictlan), en medio estaría, pues, el lugar para el hombre. Cuando los dioses cimentaron el mundo se dieron cuenta que le hacía falta al hombre el tiempo. Entonces, Oxmococ y Cipactónal, preocupados por esta situación, consultaron con su nieto Quetzalcoatl. Quetzalcoatl, que siempre se preocupó por el hombre, les dijo : “Tenemos que crear un calendario, con meses y días, para que el hombre pueda caminar y cambiar”. Después de mucho pensar cómo le iban hacer, decidieron que Cipactli, por todo lo que había aportado, era el más indicado para ser el primer día del mes y que cada mes estaría formado por veinte días, los cuales multiplicados por los dieciocho cuerpos de Cipactli daban una cuenta calendárica de trescientos sesenta días. Aunque ya contaban con el tiempo, a los hombres todavía les hacía falta el alimento, entonces Quetzalcoatl decidió emprender un viaje en busca de las semillas que al hombre le servirían para alimentarse. Cuando regresó no solamente trajo productos de la tierra sino que también encontró los productos del mar. Tomó todo lo que había traído y se lo dio al hombre y le dijo: “Te entrego las semillas para que puedas sembrar, te doy los productos del agua Y así fue como, una vez creado el tiempo, el espacio y el destino por los dioses, comenzó el mundo de los hombres ... |
Fuentes:
Dioses prehispánicos de México. Adela Fernández. Panorama
La Estela de los Soles o Calendario Azteca. Fernando Díaz Infante. Panorama
Leyendas y Misterios de los Aztecas. J. Tapia Rodríguez. Edicomunicación S.A., 1997.