Lorenzo Boturini Bernarducci

Biografías. Pueblos Originarios de América
Portada Pueblos Originarios Secciones Pueblos Originarios Facebook Pueblos Originarios Twitter Pueblos Originarios
Lorenzo Botutini Bernarducci

Italia

1702 - 1755

Nace en Como, Italia en 1702 en noble cuna.

A España llega huyendo de la guerra de Austria, recibe amplios poderes para cobrar en las Cajas Reales de México la pensión de los descendientes de Moctezuma. Viaja a México en 1736, donde permanece ocho años, reuniendo un gran conjunto de documentos, muchos de ellos en lengua náhuatl, con varias pictografías, e investiga las apariciones de la Virgen de Guadalupe, promoviendo la coronación de la imagen guadalupana.

La llegada de Boturini a la Nueva España causó inmediato malestar en los círculos del virrey, principalmente porque debieron pagar el dinero que se le debía a los descendientes de Moctezuma. Lo que tampoco agradó fue que Boturini no vivía a la altura de un Caballero del Sacro Romano Imperio, sino que gastó todo su dinero en la adquisición de códices, mapas y pinturas indígenas. Y además, en lugar de frecuentar los altos círculos de la sociedad, se rodeó de indígenas para estudiar el idioma náhuatl y el fenómeno de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac.

Boturini bautizó al acervo encontrado como Museo Histórico Indiano, que se convirtió en la colección más grande y sustancial que jamás existió después de que los conquistadores destruyeron los archivos autóctonos. El museo de Boturini, reunía más de 500 códices, pinturas y manuscritos antiguos.

Debió haber despertado también el recelo de altos dignatarios eclesiásticos, que temieron perder prestigio, al no haber sido los primeros en pensar en una coronación de la Virgen.

Quizá Boturini no se dio cuenta de que el culto a la guadalupana adquiría un cariz político y social adverso a la administración colonial, por tener tanto arraigo entre los indios.

Los conquistadores fomentaron el culto a la Virgen de Remedios, de pura cepa española, contraponiéndola a la Virgen morena, pues vieron en ésta un factor de cohesión social entre los pobres muy difícil de controlar. Esto se corroboraría durante la guerra de Independencia.

Fue en 1742, unos meses después de que un nuevo virrey tomara posesión de su cargo, Boturini se hallaba inmerso en la elaboración de notas de investigación, cuando fue interrumpido y conducido a prisión, acusado de ser extranjero en México, de no contar con los documentos necesarios y el permiso del rey de España, cosa que no era cierta, ya que sí tenía el permiso. Su colección fue confiscada. Ocho meses después fue escoltado a un barco que lo llevaría de regreso a España. Y aunque sus valiosos códices y pinturas no le fueron devueltos, se le permitió conservar sus apuntes por considerárseles de escaso valor.

El barco fue atacado por piratas, quienes se dieron cuenta que el preso, Boturini, era un hombre de letras. Le perdonaron la vida y le dejaron conservar sus apuntes, desembarcándolo en Gibraltar de donde procedió con gran penuria a la corte del Rey.

Con la ayuda de Mariano Fernández de Echeverría y Veytia, su caso fue oído y se determinó que el Virrey de la Nueva España, el conde de Fuenclara, debía restituirle la colección de códices, además de pagarle una cuantiosa indemnización.

"Agradezco enormemente la gracia de vuestra Majestad -respondió Boturini, y no obstante su precaria situación económica, agregó-: si me lo permitís, preferiría permanecer en Madrid para completar mi obra con los textos de autores indios que he encontrado en la Real Biblioteca de Madrid, y que fueron recogidos por orden de Felipe II al fraile Bernardino de Sahagún y que no ha sido estudiado por falta de conocimiento del lenguaje náhuatl."

Su solicitud fue concedida, y en el libro "Idea de una Nueva Historia de la América Septentrional, fundada sobre material copioso de figuras, manuscritos de autores indios, últimamente descubiertos" (Madrid 1746), entre otras cosas expuso la diferencia entre el calendario mágico tonalpohualli de 260 días con el calendario solar.

Poco después de que el Rey leyera la obra de Boturini, el conde de Fuenclara fue removido de su cargo. Y ciento treinta años más tarde se publicó el libro de Boturini en México. La colección de códices y pinturas que reunió Boturini fue parcialmente privatizada, con lo cual se formaron las colecciones de la Biblioteca Nacional de Berlín, de la Biblioteca Nacional de París, y del Museo Británico. Lo que no fue sustraído con el paso de los años, hoy puede ser admirado en el Museo Nacional de Antropología e Historia, cerca del lago de Chapultepec.

Alexander von Humboldt visitó México de 1803 a 1804. Supo de la desgracia de Boturini e intentó rescatar lo que quedaba de su museo.

Finalmente, encontró algunos de los códices de Boturini en el sótano del Castillo de Chapultepec, entre ellos la "Tira de la peregrinación", que cuenta la historia del pueblo mexica desde su salida de Aztlán hasta la fundación de Tenochtitlán.

Se desconoce la fecha precisa de su muerte, el último testimonio que de él se conserva lo suscribió en Madrid el 6 de mayo de 1755. Según esto, relativamente breve fue su vida, cerca de 53 años.


Fuentes:

http://www.proceso.com.mx/

http://supermapa.com